
El Misionero Fray Miguel de Castro y Rivadeneira, oriundo de Galicia España, fue enviado a recoger unas limosnas para el sostenimiento de los lugares santos. Por los años de 1660 llegó hasta el sitio conocido como El Zacatín en territorio que hoy es de El Peñol y, compadecido de los nativos, reunió todos los que más pudo y solicitó autorización al Rey de España, para formar un resguardo indígena con el fin de protegerlos en sus derechos y enseñarles la fe católica.
En su recorrido llegó al Valle de la Marinilla y a partir de 1664 y organizó aquí un pueblo con blancos y españoles y otro, a cuatro leguas de distiancia, con el nombre de San Antonio de los Remolinos (El Peñol), este último para indígenas y nativos, en terrenos que pertenecían a don Diego Muñoz de Bonilla y a la esposa de este doña María de Alarcón Los esposos Muñoz de Bonilla y Alarcón fueron después indemnizados, en 1714, con los terrenos que constituyeron luego el pueblo de Cocorná.
Fray Miguel dio casualmente con un sitio que llaman de La Marinilla, en la jurisdicción de Los Remedios, “tierra retirada”, en donde encontró “cantidad de indias chinas y muchachos que eran y son naturales del pueblo de Quinchía .que se habían retirado a aquella parte por los aprietos que experimentaban de sus encomenderos, o por su natural ambulativo, y por esta razón estaban retirados en dicha parte de la Marinilla”
Movido Fray Miguel por el celo del servicio, juntó a todos los habitantes de la Marinilla en forma de pueblo en donde les estuvo dando el pasto espiritual.. Allí estaban “agregados vecinos españoles que hay por aquella comarca y que necesariamente han menester quien les diga misa y administre los sacramentos. Los vecinos se reunieron para comprometerse formalmente a la sustentación del religioso”. Muy seguramente encontró aquí algunos gallegos o pudo tener algún pariente del mismo origen, puesto que en el censo que se realizó por orden de la Real Audiencia en esa época, aparece mas de un habitante con el apellido “Rivadeneira”.
Fue pues, Fray Miguel de Castro Rivadeneira, “quien primero se dio a la tarea evangelizadora y a la organización de la población” y “con sabia discreción, puso en conocimiento de las autoridades dela Provincia Franciscana de Santafé de Bogotá de la situación de la que él se proponía aglutinar como población. “LAS GESTIONES QUE HIZO Fray Miguel desde La Marinilla, lograron que el 21 de mayo de 1665 el Presidente y los Oidores de la audiencia de la _Nueva Granada resolvieran mediante auto, el amparo de los habitantes.
El escribano real, Juan Flórez de Ocariz, en nombre del Rey confirmó el mamparo. Esta Provisión Real constituye “el primer instrumento jurídico sobre la existencia civil de Marinilla” pues, al decir del Fray Luis Carlos Manilla O. F.M. en su obra ”Origen Franciscano de Marinilla y su desarrollo posterior”, se trata del reconocimiento del alto gobierno del primitivo núcleo de pobladores en el sitio denominado con ese nombre”.
Indudablemente Fray Miguel fue el organizador de la comunidad como un pueblo y también quien aglutinó, en San Antonio de los Remolinos (El Peñol), a cuatro leguas de Marinilla, a los indígenas que por la época poblaban la región. El doctor Mauricio Ramírez Gómez, el inmenso hombre cívico de Marinilla, su historiador y su cantor como que nadie ha querido tanto su tierra ni ha hecho tanto hizo por ella como él, en su afán de investigador anotó en su obra “La gloriosa ciudad de Marinilla”, que “de los documentos publicados por Fray Gregorio Arcila Robledo, O.F.M.” algunos han creído descifrar la incógnita de la fecha de la fundación de Marinilla, fijándola en el año de 1.664 en el cual llegó al valle de la Marinilla Fray Miguel de Castro en función misional” y le reconoce la importancia de su presencia misionera en esta tierra. El Concejo y la Administración Municipal celebraron, con gran solemnidad, en el año de 2014, los 350 años de la Fundación de Marinilla.